Tercer Curso del Seminario Menor
¡Cómo pasa el tiempo! Tengo la sensación de que ha pasado muy poco desde que inauguramos el Seminario Menor en Ponferrada, y el pasado día veinte de septiembre hemos conmemorado su tercer aniversario. Con motivo de esa efeméride, recibimos la visita de las reliquias de San Juan de Ávila, Patrono del clero secular español, y Doctor de la Iglesia. Ciertamente, tres años no son nada, pero con la incertidumbre que el nuevo proyecto de Seminario planteaba, son motivo más que suficiente para dar gracias a Dios por esta realidad de nuestra Diócesis.
Esta acción de gracias tiene que ir acompañada por la súplica continuada y fervorosa al Señor para que suscite y sostenga las vocaciones sacerdotales en nuestra Diócesis de Astorga. Estamos estrenando curso académico, también pastoral, por eso es necesario que todos reemprendamos, si lo hemos dejado, el trabajo en favor de la promoción de aspirantes al Seminario. Las familias, los sacerdotes, los catequistas, los profesores de religión… tenemos que hacer de altavoces de la llamada de Dios, que no se ha callado; continúa hablando. Por eso no hemos de tener miedo de proponer el sacerdocio ministerial como opción altamente atractiva, y de máxima actualidad en la situación que nos toca vivir.
El Seminario Menor ha comenzado el nuevo curso con nuevas incorporaciones, si bien ha habido también abandonos. Este curso serán cuatro los seminaristas internos, siete los seminaristas en familia, y tres los niños del preseminario.
El fin de semana del dieciocho al veinte de septiembre tuvimos, en Ponferrada, el primer encuentro del Seminario en Familia. Como cada mes, un fin de semana, todos los seminaristas convivimos juntos. Diariamente, en el Seminario, residen los internos; al menos una vez a la semana vienen los seminaristas en familia de Ponferrada y los del preseminario, y un fin de semana al mes lo hacen los seminaristas que viven en sus casas en otros lugares de la Diócesis: Astorga, La Bañeza, Benavides, Lagunas.
Estuvo con nosotros Luis Fernández Olivares, un seminarista mayor en etapa de pastoral, que hará en el Seminario Menor una parte de la formación que le corresponde en este momento. Vendrá al Seminario de jueves a Domingo cada semana.
El fin de semana del Seminario en Familia compagina la oración, la convivencia, el deporte, la diversión y el estudio, si bien, en esta edición, dedicamos a esto menos tiempo por estar comenzando el curso. Hubo también tiempo de formación y de catequesis.
El Domingo hicimos una salida a Cacabelos con los seminaristas y sus familias. Participamos en la Eucaristía parroquial y fuimos a comer en la pradera al lado del río.
Allí hubo lugar para el último chapuzón del verano. Y, tras la merienda, regresamos al Seminario unos, y los otros volvieron con sus familias a casa.
Antes de la cena, en el Seminario, rezamos el Te Deum, dando gracias a Dios por el tercer año de vida del Seminario Menor en Ponferrada, justo en el día en que se inauguró.
Desde el Seminario Menor, os deseamos un buen curso a todos. Ojalá que en este tiempo crezca el número de aspirantes al Seminario. Depende también de ti.