Junio, mes Eucarístico y Sacerdotal
Esta ha sido la impronta del final de curso en el Seminario Menor, sin olvidar el estudio esforzado. Ahora podemos decir que “el esfuerzo mereció la pena”.
Junio ha sido tiempo de trabajo intenso: deberes y estudio, y un mes muy hermoso. Cada día, después de la merienda, hicimos un hueco para tener la exposición del Santísimo en el Oratorio del Seminario. En ese tiempo de adoración, pedimos al Señor en la Eucaristía que no se cansara de llamarnos al sacerdocio; que le respondiésemos con valentía; que nos diese un corazón como el suyo; que hiciese crecer nuestros Seminarios Menor y Mayor y que hiciese santos a nuestros sacerdotes.
El momento más intenso del mes fue el fin de semana de la Ordenación de Diácono de Andrés y la Solemnidad del Corpus Christi en la Catedral. Con ese motivo, tuvimos el fin de semana en que nos reunimos todos los seminaristas menores. Nos encontramos en el edificio de Astorga. Allí estaban también los seminaristas mayores. Pudimos participar en la velada de órdenes, en la liturgia de la Ordenación, y en la fiesta con ese motivo. A algunos nos entraron más ganas de estar un día postrados en la alfombra a punto de recibir la Ordenación. Otra cosa positiva fue que ya estábamos de vacaciones y no tuvimos demasiado tiempo de estudio.
El Domingo de Corpus participamos en la Misa de nuestro Obispo en la Catedral y luego en la procesión Eucarística. Algunos de nosotros, el jueves anterior, habíamos estado en Toledo, asistiendo a esa misma fiesta y conviviendo con los seminaristas de esa diócesis.
En el verano, los seminaristas menores tendremos ocasiones para encontrarnos. El próximo «Seminario en Familia» será el Campamento Diocesano de Monaguillos en Corporales, en su vigésimo quinta edición: Bodas de Plata. Algunos seminaristas irán a Lourdes como Hospitalarios, con el Rector, en la Peregrinación Diocesana de la Hospitalidad, y los tres seminaristas que empezarán Bachillerato participarán en un encuentro que organiza la Conferencia Episcopal, este año, en Burgos.
Un verano movido en el que podremos descansar, y en el que seguimos siendo seminaristas.
Rezad por los frutos de los campamentos de monaguillos y también de chicas. Y seguid invitando a algunos, que todavía hay plazas.