Testimonio de Ejercicios
Los ejercicios espirituales son actividades del alma donde también tienes que entrenar; al igual que un jugador de fútbol entrena, tú entrenas en la presencia con y para Dios. Los ejercicios te ayudan a estar más con Dios y madurar en la vida cristiana, porque la meta de un verdadero cristiano es llegar a ser santo.
Los ejercicios los hicimos en Astorga, en el Seminario; a mí, este Seminario me encanta. Los hicimos gracias a la ayuda de tres seminaristas mayores de Astorga: Álvaro, Antonio y Juanjo. Fuimos los seminaristas menores para hacer los ejercicios este año, al igual que mucha otra gente. ¡Que no me extraña nada que fuese tanta gente a estar con Dios!
Lo más importante es una de las normas: hay que estar en silencio para escuchar a Dios. Mi experiencia en los ejercicios me encantó y me ayudó a fortalecer mi relación con Dios y Jesucristo su Hijo, que no sólo es una forma, sino que lo tenemos todos los días presente en el Sacramento de la Eucaristía.
También tuvimos cinco charlas que nos ayudaron a meditar y hablar con Dios. Yo, sin lugar a dudas, volvería a ir a los ejercicios, porque si de verdad quieres estar en presencia de Dios y estar más cerca de Él, como yo lo hice, tú lo harías.
Alejandro Domínguez Domínguez